Las deportaciones en Estados Unidos amenazan la cohesión familiar al separar a sus miembros. Se podrían tomar diversas medidas para evitar la expulsión.
Únete a nuestro canal de WhatsAppA partir del 20 de enero de 2025, Donald Trump planea implementar un agresivo programa de deportaciones masivas que podría afectar a alrededor de 1,5 millones de inmigrantes en Estados Unidos. Este plan se centrará principalmente en individuos provenientes de naciones como México, Honduras, Guatemala y El Salvador, quienes serían los primeros en enfrentar la deportación.
Se espera que esta acción tenga un impacto significativo en las comunidades de inmigrantes, intensificando el debate sobre las políticas migratorias en el país. No obstante, varios de estos extranjeros cuentan con alternativas legales que les permitirían frenar o aplazar su expulsión, según detalló la abogada María Herrera Mellado en una entrevista con Diario Las Américas.
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La deportación es un proceso que depende de múltiples elementos y puede variar según las leyes de cada país. Cuando un inmigrante en Estados Unidos está en riesgo de ser deportado y su nación de origen se niega a recibirlo, se encuentra ante una situación bastante compleja. ¿Qué acciones tomar?
Te presentamos algunas opciones que la abogada de inmigración María Herrera Mellado compartió con Diario Las Américas, las cuales podrías evaluar, siempre y cuando se ajusten a tu situación particular.
Según María Herrera Mellado, en una entrevista para Diario Las Américas, es fundamental que los inmigrantes busquen la orientación de un abogado especializado en temas migratorios. "Es esencial que analicen su situación para conocer las opciones legales que tienen a su disposición", destacó.
La deportación de Estados Unidos tiene repercusiones significativas tanto a nivel personal como legal. Algunas de las consecuencias comunes incluyen:
Las deportaciones pueden afectar profundamente a los inmigrantes, especialmente a aquellos provenientes de países sumidos en graves crisis políticas o económicas. Para estos individuos, el riesgo de sufrir violencia o maltrato aumenta considerablemente, particularmente si han expresado críticas hacia los gobiernos de sus países de origen.
Más allá de los riesgos físicos, las deportaciones también pueden acarrear efectos psicológicos y emocionales devastadores. En los Estados Unidos, los inmigrantes cuentan con ciertas protecciones legales que les permiten solicitar asilo si pueden demostrar que están en peligro de ser perseguidos debido a su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social específico o sus creencias políticas.